>> 29 octubre 2007
Jugamos a perdernos y a encontrarnos.
Tú te escondes, yo te busco.
A menudo intercambiamos los papeles.
A veces ganas tú, a veces gano yo.
Otras veces haces trampas y te dejas encontrar.
Jugamos a hacer reales los sueños prohibidos.
Luchamos, cuerpo a cuerpo, salvajemente,
arrancándonos la ropa y la vergüenza,
yo tratando de poseerte, tú tratando de escapar...
Te revuelves, me arañas, pataleas...
Aprieto tus muñecas con mis manos,
te inmovilizo, te ato, te poseo...
Has de reconocer que siempre acabo triunfando,
aunque sueles vender muy cara tu derrota...
Jugamos a seducirnos mutuamente pero,
en este juego, tú siempre partes con ventaja...
Es imposible ganar a quien seduce hasta cuando no quiere seducir...
Jugamos a ser niños traviesos que desafían al mundo con descaro...
Nos reímos del mundo y huimos de él justo
en el momento en que nos sorprende desnudos y amándonos...
A veces es tanta la urgencia por correr que no nos detenemos ni a recoger las ropas...
Y volvemos a esta isla, desnudos y cansados,
riéndonos aún de nuestras travesuras...
Jugamos a cambiar las reglas,
inventamos nuevos juegos,
incluso nos atrevemos a jugar sin reglas...
Juegos de amor...
Pero........ nunca olvides, Princesa, que el amor no es un juego...
1 Deja tu huella en mis sueños:
Dos seres viven en mí
dos seres muy contrapuestos,
los dos luchan entre sí
por lo que creen que es correcto.
Uno hace lo que deseo,
el otro se abstiene de hacerlo,
los dos luchan entre ellos
por quedarse con mi alma y cuerpo.
A uno lo manda mi mente
y hace lo que le ordeno,
el otro rige a mi corazón
y reprime lo que siento.
Uno sabe adonde voy
el otro camina incierto,
el primero te habla de amor
el otro quiere tu cuerpo.
Uno llora en tu regazo
el otro te escribe versos,
uno siempre te lastima
el otro será tu remedio.
Uno es amigo del mal,
el otro es buen consejero.
Dime a cual de ellos quieres
porque ni yo mismo lo entiendo.
Es una lucha interior
por hacer lo que es correcto,
los dos luchan entre ellos
por quedarse con mi alma y cuerpo.
A ninguno puedo echar,
los dos viven en mi adentro.
Los dos luchan entre ellos,
los dos luchan y yo, en el medio.
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